sábado, 2 de agosto de 2014

Aprendizaje, ocio y trabajo

LUNES, 28 DE JULIO DE 2014

Aprendizaje, ocio y trabajo

El mayor error educativo histórico ha sido considerar el aprendizaje y la enseñanza centrados en la escuela y en el trabajo. La nueva tecnología no es necesaria para aprender y enseñar, pero sí para prescindir de la escuela.
Intentaré responder a una pregunta que se hizo en Twitter mi amigo @profeserio: “Si el aprendizaje es sinónimo de trabajo, volvemos al siglo pre-revolución industrial. Pregunto’. Aprender haciendo, enseñar produciendo, learning is work, "Trabajo + aprendizaje. No lo vamos a diferenciar"… Es regresivo”.

El conocimiento y el aprendizaje están más asociados con el ocio que con el trabajo. La cultura de oriente y occiddente está asentada sobre el ocio. La racionalidad clásica ubica el ocio como propio del hombre libre, pensante; y no tiembla al interpretar el trabajo como propiedad del esclavo, del hombre-dependiente, del hombre-robot o robot-hombre, de los “payos”, como dicen los gitanos. Fue el cristianismo, principalmente el calvinismo, quien demoniza al ocio y sacraliza (globaliza) el trabajo. El "ora et labora", similar al "aprende y trabaja", nos llega vía el pensamiento monacal-cristiano. Todavía hoy, aún cuando la mayoría no trabaja, hablar mal del trabajo, escandaliza tanto como hablar mal de la escuela. 

La empresa actual, dada la movilidad y precariedad de las competencias técnico-laborales, clama por un ser humano fundamentado, educado y formado, más que adiestrado y capacitado. La escuela, dado su inmovilismo consustancial, por más que intente parecerse a la industria, no es el lugar más apropiado para capacitar y adiestrar para el mundo empresarial, cambiable e innovador. En la mayoría de los casos, se conforma con simulaciones. Educamos para un trabajo que no existe, y no para el ocio que es el que existe. A veces me pregunto si merece la pena asistir a clase e invertir tanto dinero para ver, escuchar, interaccionar virtualmente con el estudiante que tengo físicamente al lado, y para participar en simulaciones.

Los enfoques tradicionales de la escuela han sido los de educar-informar, formar-desarrollar, adiestrar-capacitar. Se ha intentado integrar estos enfoques en la modernidad con el concepto de Currículum trimodal, el cual apunta a tres dimensiones del ser humano y a tres tipos de contenido curricular: contenido conceptual (educar-informar-SABER), contenido procedimental (capacitar-HACER) y contenido actitudinal u óntico (formar-desarrollar-SER). Al día de hoy existen recursos y herramientas para tratar el contenido conceptual y procedimental fuera de las instituciones educativas. Lo único que puede "salvar" y dar sentido a la estructura física escolar es el contenido actitudinal. Ver Educación de mínimos

No hay que dar vueltas a la noria del tiempo para concluir que:
  • El aprendizaje es una actividad íntima antes que social. Todo aprendizaje es tiempo de clausura (pensar) antes que de apertura al otro (decir). El "social learning" no es otra cosa que intercambio de conocimiento previamente obtenido. Pensar sin decir, como decir sin pensar, nos lleva a una desnaturalización del ser humano interpretado como logosEl pensar (actividad individual, única) y el decir (actividad social, uno dice para el otro) son distintos, secuenciales e indivisibles. El término griego logos  resume en sí estos dos momentos del pensar (logos = idea, razón) y del decir (logos = palabra, verbo, discurso, razonamiento, expresión de la idea). Hay que arriesgarse afirmar que lo definitorio del ser humano no es sólo la chispa divina de la razón-voluntad, sino también el medio social de la palabra, el lenguaje. El sharismo de la modernidad nos recuerda que el conocimiento no compartido, no dicho, no es conocimiento, esto es, tiempo perdido. Acostumbro cargar con el curso a las redes sociales donde comparten las alegrías, las penas y las pocas vergüenzas mis estudiantes. Tan pronto como a la primera semana es posible constatar que cada cual da lo que tiene; comparte y colabora más aquel que, pletórico de saber, está dispuesto a sacar a la palestra la verdad que alberga en su interior ("In interiore homine habitat veritas"). El que no socializa o dice lo que piensa, es porque no sabe pensar, o porque se niega a pensar y a decir lo que piensa, entrando peligrosamente en la esfera de la "mala fe".
  • Aprender da trabajo, pero no es trabajo, al contrario, es enemigo del trabajo. Asociar el aprendizaje con el trabajo, aprender para trabajar, siempre ha sido regresivo; sólo la cultura del ocio posibilita la investigación y exploración (el aristotélico "contemplar la verdad"), lo progresivo.
  • Se aprende y se hierra más haciendo que viendo y escuchando. Y por hacer se entiende construir, explorar, investigar, enseñar, innovar, jugar… Una de las razones por las que nuestros estudiantes saben poco es precisamente porque no enseñan, porque el profesor ha usurpado el rol docente del estudiante.
  • La escuela es una proyección de la fábrica. En ambas se contrata al obrero y se vende el producto. Antes de la revolución industrial, la escuela se asociaba con ocio y no con trabajo (la palabra escuela viene del latín schola, lección, escuela y éste del griego σχολή -scholé- = ocio). Se educaba desde el ocio y para el ocio, para la sofía; las competencias profesionales, artesanales y laborales se aprendían sobre el terreno, "in situ", única solución al desfase actual entre escuela-empresa, escuela-negocio.
  • El mayor error educativo histórico ha sido considerar el aprendizaje y la enseñanza actuales centrados en la escuela. No hay posibilidad vislumbrar en un futuro próximo el aprendizaje y la enseñanza al margen de la escuela. Ni la escuela, ni la nueva tecnología en la escuela, son necesarias para aprender y enseñar. La última innovación, yo la llamo la paradoja sublime, para mantener a flote la escuela-fábrica, ha sido la integración en la escuela de aquello que la puede destruir: la tecnología móvil. En lugar de de decir. “Porfavor, enciende el móvil alentrar en clase”, lo correcto, lógico y costo-efectivo sería expresar: “Por favor, enciende el móvil y no vengas a clase.” Allá cada cual. Echa un vistazo a Educacióna distancia sin distancia.

1 comentario:

  1. Que gran trabajo,emocionado de hacer 1 pregunta disparadora!
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